Reflexiones

La droga, esa tragedia mundial

Carmen R. Alfonso, Ricardo González Menéndez

¿Qué es una droga? ¿Es realmente un grave problema mundial? ¿Es posible prevenir el uso ilícito, su abuso... en fin, que esta tragedia repercuta en el país? Con estas y algunas otras preguntas, nos acercamos al doctor en Ciencias Médicas Ricardo González Menéndez, presidente de la Sociedad Cubana de Psiquiatría y responsable del servicio docente para la atención a alcohólicos y otros toxicómanos del Hospital Psiquiátrico de La Habana.

 "El problema de la droga hay que valorarlo según la definición que le demos”. En su concepto más amplio, droga es toda sustancia que al entrar al organismo produce cambios, pero nosotros calificamos como tales a las sustancias, ya sean naturales o sintéticas, que tienen una acción sobre las funciones psíquicas del individuo y determinan dependencia y tolerancia, se hacen cada vez más “necesarias” y para lograr el mismo resultado se requiere cada vez una dosis mayor. Cuando las drogas se consumen en forma inadecuada, excesiva o prolongada, determinan muy graves complicaciones tanto en el aspecto biológico y psicológico como en lo social y espiritual. Y subrayó: “el consumo de drogas modifica el comportamiento y la personalidad, y causa una reducción notable de la espiritualidad en el ser humano cuando queda atrapado en las redes de la drogadicción.”
"El problema es realmente de gran magnitud a escala mundial ya que existen cifras impactantes. Pero primero dividamos las drogas en dos grandes grupos: las que no afectan en forma notable la conducta, como el café y el tabaco; y las que modifican la personalidad, el comportamiento y el estado de ánimo de las personas, como ocurre con el alcohol, algunos medicamentos cuando se usan con fines no médicos, y con las sustancias ilegales: mariguana, cocaína, heroína, hongos, así como éxtasis y otras drogas de síntesis hechas en laboratorios clandestinos.

Las calamidades del mundo

El profesor González Menéndez ha estado relacionado con la prevención, tratamiento y rehabilitación de drogadictos durante las tres últimas décadas. Su experiencia acumulada en este quehacer le ha permitido publicar seis libros sobre esta temática. "Muchos autores plantean que las cuatro calamidades del mundo actual son las guerras, la miseria extrema, las hambrunas y las drogas. Yo pondría a estas últimas en uno de los dos primeros lugares.
"No he conocido tragedia comparable a la que producen las drogas, porque debemos tener en cuenta que además de los trastornos que producen en el individuo, se le suman los delitos económicos para obtenerla, muy frecuentes y graves: desde los hurtos familiares, la venta de propiedades personales, hasta el hurto en la calle, el atraco con fuerza a las personas. El robo por este motivo tiene una frecuencia insospechada en todo el mundo.”
"Las drogadicciones, además de adelantar en 20 años la muerte física, matan moralmente cada vez que se produce el consumo; y la muerte moral en unas personas es más dolorosa aún para el adicto y sus allegados. Aprovecho para decirte que una sola droga, el alcohol, determina en un año ocho mil millones de dólares más, en daños económicos en EUA, que las pérdidas por el siniestro ataque terrorista del once de septiembre, que se calculan en 115 mil millones.
"Las drogas ilegales, además de las tragedias interpersonales que producen, tienen el inconveniente de su alto costo y rápida tolerancia. Así, alguien puede comenzar gastando la tercera parte de su salario en drogas el primer mes que las consume, al segundo mes necesita dos veces su salario y en poco tiempo va a consumir 50 veces el monto de lo que gana. La peligrosidad social es un aspecto que se suma a los trastornos biológicos, psicológicos y espirituales que producen las drogas ilegales”.

¿Legalizar o no legalizar?

Sobre esta pregunta, cuyas respuestas son tan controvertidas en el ámbito internacional, abunda el profesor: "Cuando en los congresos internacionales se discute sobre la posible legalización de esas sustancias para terminar con el problema de las drogas, mi respuesta es negativa, similar a la de los restantes profesionales de la salud. Porque no solamente debemos valorar la proclividad al delito, el enriquecimiento ilícito y el surgimiento de bandas y mafias con su alto significado negativo. En mi experiencia la gran tragedia de las drogas está en la nefasta repercusión familiar cuando alguien se convierte en drogadicto y este peligro está presente en quien consuma por vez primera una sustancia ilegal cuyo poder esclavizante es muchas veces mayor que el del alcohol”.
"El punto más importante es que las drogas dañan la esencia de la espiritualidad del ser humano. Por eso en nuestro país, que es fuente y escuela de espiritualidad, de conciencia, de solidaridad, de humanismo, se toman medidas para que ese fenómeno no pueda ganar fuerza cortarle las alas desde el principio”.

La solución es compleja

"Vayamos a algunos aspectos de importancia. El daño social no depende solamente de las drogadicciones pues, como vimos antes, se presenta también con el uso inadecuado de las drogas, sean estas legales, médicas o ilegales. Por otra parte, en forma contraria lo que muchos piensan, el alcoholismo y las adicciones a sustancias ilegales pueden instalarse siempre que su consumo se incluya en el estilo de vida, aun en personas valiosas”.
"En nuestro país ha habido una significativa reducción del uso de medicamentos con fines no médicos, pues se han tomado medidas de control realmente efectivas en las dos últimas décadas”.
"Ahora han comenzado a aparecer algunas drogas ilegales en cifras realmente bajas, pero en modo alguno despreciables, y sabemos cómo se propagan estas sustancias”.
"Pienso que la prevención del consumo de drogas ilegales tiene que empezar por la prevención del uso de las legales, con un firme rechazo a su consumo irresponsable. Y esto depende mucho de la actitud comunitaria ante las sustancias que afectan la conciencia, pues la embriaguez es el más radical enemigo de la dignidad. Y puede imaginarse en un país cuyo derrotero ha sido siempre la dignidad, con el nivel ético que ha mantenido en estos 42 años, lo que significan ciertas actitudes comunitarias de permisividad ante el uso inadecuado del alcohol”.
"El enfrentamiento ha de ser por todos los sectores, no solamente el de salud y el jurídico. Lo más importante es la colaboración de todos y la no aceptación del consumo embriagante del alcohol, considerado mundialmente con razón como la droga portera.”
"Si alguien desea aumentar su bienestar y disfrute, en lugar de acudir a sustancias tan destructivas como las drogas, debe recordar que existe en nuestro propio cuerpo una sustancia natural llamada endorfina que aumenta con el ejercicio físico e incrementa eso que los poetas llaman felicidad; y los médicos, salud."

Fuente: Sección Salud del periódico Trabajadores
Disponible en: http://saludparalavida.sld.cu/modules.php?name=News&file=article&sid=95

 

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