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Vol. 6, No. 2 Marzo-Abril 2011

 

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Américo Cruz (La Salud, 22 de septiembre de 1901 – 24 de febrero de 1990)


La vida de Américo estuvo signada por una pasión sin límites hacia la pintura y era en su casa, totalmente tapizada con sus dibujos, donde la obra alcanzaba plena significación. Quienes no conocieran su humilde vivienda, difícilmente podrán aquilatar en toda su valía a este genuino creador habanero. No es arriesgado decir que Américo fue uno de los más puros entre todos los pintores primitivos. Esta pureza no se circunscribe a su pintura, carente de las más elementales técnicas, también abarca la vida del hombre que durante 30 años pintó ajeno a los concursos y exposiciones, con el único fin de dar rienda suelta a sus vivencias y sueños.


Fue cortador de caña, carpintero, carretero y hacía brochas con hijas de henequén. En los bolsillos llevaba siempre un arsenal de crayolas y lápices y pintaba en cualquier lugar, aunque prefería el papel cartucho o una cajita de mantequilla porque, según decía, “las superficies blancas son las mejores para pintar la mujer”. “Yo fui poeta, fui pintor propio de la naturaleza y para pintar bellezas nadie las pinta mejor.” Este era el saludo característico de este pintor primitivo que en 1983 ganó el Premio Nacional de Pintura en la Feria de Arte Popular de Santi Spíritus. Era alegre y conversador, lleno de recuerdos y vivencias.
En 1955 comenzó a dibujar inspirado por la poesía que forma parte de su vida diaria. ¿Su escuela? La única que podía tener en aquella época y con 5 hijos: el contacto con la naturaleza y la vida. A inicios de la década del 70, el colectivo de artistas plásticos “Insulsa” lo descubrió y sus dibujos inundaron las galerías de la provincia, viajaron hacia el Parque Lenin y hasta estuvieron en una muestra antológica de pintores ingenuos realizada en el Museo de Bellas Artes. Tampoco faltaron premios en las Ferias Nacionales de Arte Popular. Pero antes y después, Américo siguió siendo el mismo pintor de siempre. Ignorante de normas y presupuestos estéticos, aferrado a unos pocos colores y a los más insólitos materiales, desde papel cartucho hasta cartón arrugado. En esa, su entrega sin prejuicios ni ambiciones, tal vez encontremos la razón por la que sus pinturas poseen un sello peculiar. Nunca hubo en Américo, sin embargo, una búsqueda consciente de la autenticidad; esta era fruto natural de su intuición y talento.


La Galería de Arte del Consejo Popular La Salud honra su nombre: Américo Cruz.

 

Dionisio Jesús Valdés (Chucho Valdés). Nace el 9 de octubre de 1941, en Quivicán, en la calle Emiliano Delgado #18, (hoy ave. 21), hijo de Ramón Emiliano Valdés Amaro (Bebo) y Pilar Rodríguez González. A los tres años, viviendo en Santa Amalia, se sentó a tocar el piano, sin haber recibido ningún tipo de instrucción previa. A los 9 años entró en el Conservatorio Municipal de La Habana.


Pianista, orquestador, compositor e instrumentista. Antes de cumplir los 20 años era ya notable pianista. Ofreció algunos conciertos y se dedicó a actuar en grupos de jazz. Fue integrante de la Orquesta Cubana de Música Moderna.


Chucho experimenta su trabajo con pequeños formatos a través de la fundación, en 1967 del Quinteto Cubano de Jazz, desprendimiento de la Orquesta Cubana de Música Moderna, verdadero antecedente del actual trabajo del cuarteto y preámbulo para futuras aportaciones.

 

Patricio Lastra (La Salud, 27 de marzo de 1894 - 6 de enero de 1966). Pintor primitivo y repentista que gozó de gran popularidad en los años de mayor esplendor del punto guajito. Muchas de sus décimas, cuartetas cantadas en guateques y programas radiales se conservan en la memoria del pueblo y ya son parte del folklore nuestro.
Además de sus versos ingeniosos y sus décimas, también escribió cuentos de temas populares, inspirados en su vida andariega. Se considera uno de los mejores repentistas de la zona.
Significó para los poetas de la siguiente generación lo mismo que "El Cucalambé" para el Indio Naborí. Escribió dos libros en colaboración con Pedro Mantilla Collazo: "Armonías Naturales" y "Cuentos de Juventud". Su seudónimo era "El rey de los pensamientos".

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DIRECCION: Carretera Playa del Rosario Km 2 ½ finca Bizarrón Güines provincia  Mayabeque
Horario: Lunes a Viernes de 8:00-5:00
Teléfonos:47521284
Email: cpicmmay@infomed.sld.cu

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Este número lo dedicamos al municipio de Quivicán

Quivicán es uno de los 11 municipios de la nueva Provincia Mayabeque, Cuba. Hasta 2010 perteneció a la extinta Provincia de La Habana. A la vez, Quivicán es el nombre que recibe la cabecera del municipio al que también pertenecen los poblados de La Salud (antes de 1976, municipio), San Felipe, Santa Mónica, Güiro Boñigal, El Cristo, Pablo Noriega, entre otros trece asentamientos rurales de menor densidad poblacional, estos son San Agustín, Aguacate, Manuel Fajardo, CPA 17 de Mayo, CPA 26 de Julio, La Chapa, La Estrella, Güiro Marrero, Paradero, Villarreal y 19 de Abril..Quivicán, fundado en 1700, es considerado como uno de los veinte pueblos más antiguos de toda Cuba.

Fuente:

http://es.wikipedia.org/wiki/Quivic%C3%A1n

 

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El  Policlínico  Docente "Pablo Noriega" es una institución cubana de Atención Primaria de Salud" (APS) situada en el municipio de  Quivicán, cuenta con el programa del médico y enfermera de la familia que están ubicados en el casco urbano del asentamientos poblacional, la docencia en esta institución  comenzó en el año 2003,  en la actualidad  se mantiene la misma en la especialidad fisioterapia y rehabilitación  y la especialidad en Medicina  General Integral (MGI).

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Centro de Información de Ciencias Médicas Provinica Mayabeque