En el estudio del tórax, el examen más frecuentemente indicado es la radiografía frontal, debido al gran caudal de información que de ella podemos obtener, a la frecuencia de las enfermedades que lo afectan y a la importancia vital de los órganos en él incluidos. Por tanto, se utiliza  en la evaluación de las afecciones cardio-respiratorias y del mediastino, en el chequeo pre-laboral o pre-operatorio, en el diagnóstico precoz de la neoplasia del pulmón, en el estudio de lesiones sistémicas o no que repercutan en el tórax, así como en su evolución. Para su interpretación correcta   es imprescindible poseer  información clínica adecuada y de gran utilidad tener una radiografía anterior para comparar. Un examen normal no descarta totalmente pequeñas metástasis, tumores primitivos ni lesiones óseas, tampoco neumonías ni lesiones obstructivas pulmonares en estadios muy precoces. El propósito de este trabajo es ofrecer al estudiante de Medicina y al médico de la familia un material complementario, donde puedan hallar imágenes semejantes a las que observamos durante la labor cotidiana en la comunidad y también como apoyo a la educación continuada.

 
 

Autora:

Dra. María Elena Corteguera Fonte

Asesores:

Dr. Raúl F. Señor García
Dr. Orlando L. Rodríguez Calzadilla
Téc. Margarita Pérez Salazar
Téc. Miguel Angel Díaz Mena