Maceo y Che: dos hombres y un mismo ideal

Dos épocas diferentes fueron testigos del nacimiento de Héroes amantes de una misma causa, Antonio Maceo y Ernesto Guevara de la Serna ¨Che¨.

El 14 de junio, fue la fecha elegida por el destino, para dar a luz a EL Titán de Bronce y el  Guerrillero Heroico, unidos no solo por el aniversario de su nacimiento, sino también por las grandes proezas en busca de la libertad cubana.

La estirpe revolucionaria de ambos era incuestionable, su dedicación por lograr la libertad de la isla de gobiernos opresores, fue su principal propósito.

Maceo, mambí de 1868, se opuso al pacto del Zanjón y con esa fuerza tanto física como mental supo mostrar en los Mangos de Baraguá, que la lucha continuaría hasta ver cada punto de la geografía libre del yugo español.

En la guerra del 95, encamino sus tropas en una de las contiendas más destacadas en la historia, la Invasión a Occidente, con la fe en la victoria y una Cuba Libre.

Con la muerte de Maceo, se esfumaron algunas esperanzas viendo cómo se iba uno de los líderes de mayor estirpe en la guerra de independencia.

El Che, nació en Argentina, pero esta tierra caribeña lo acogió, como una madre cuida con celo a su hijo. Fiel creyente de las ideas de Fidel, su incursión dentro de la guerrilla fue un símbolo que sumó fuerza, constancia y ejemplo en los cubanos.

Médico, guerrillero, internacionalista, un revolucionario que desde lo más profundo tenía vocación para la defensa del oprimido.

La valía del hombre sin tacha que caracterizaba a Maceo, la continuo el Che, añadiendo al desembarco del Granma, su labor como combatiente, la toma de Santa Clara y ocupando luego responsabilidades en la revolución triunfante, la que siguió defendiendo como trabajador incansable como así nos enseñara.

Los valores de estos dos líderes están hoy más presentes que nunca. Cuando el poder del imperialismo planea crecer y no respetar los derechos de los países.  

Hoy a 175 años del natalicio de Antonio Maceo y a 92 de Ernesto Guevara, son recordados, porque las huellas de esos que constituyen ejemplos son indestructibles, una estirpe revolucionaria que perdura en la memoria de Cuba y de América Latina