La lactancia materna y el desarrollo saludable en la primera infancia

Durante la primera mitad de este siglo varios pediatras notaron que los recién nacidos que lactaban del seno materno se enfermaban menos que los alimentados con biberón. No se trata solamente de un problema alimentario y nutricional del recién nacido, sino de algo más complejo que abarca aspectos inmunológicos y psicofisiológicos.

La alimentación artificial, que ha sido descrita como el mayor experimento no controlado en el mundo, contribuyó a que se descubrieran las propiedades antiinfecciosas de la leche materna y, desde los años setenta, se confirmaron sus bondades insustituibles para el lactante. ¿Cuáles son los beneficios que aporta la lactancia materna para el bebé?

La leche materna tiene disímiles bondades que se expresan en la tolerancia digestiva y se adecuan a la edad del lactante; favorece la relación madre- hijo, disminuye las infecciones, el riesgo de reflujo gastroesofágico por solo mencionar algunas.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud y la UNICEF, hasta los seis meses el único alimento de los bebés debe ser la leche, debido a que el resto posee menos calorías o son menos nutritivos. Luego de esta fecha, la demanda de hierro, zinc y otras vitaminas es mayor, y por eso el bebé empieza a diversificar su dieta.

Es por ello que se indica la complementación, pero los médicos insisten en que su alimentación principal hasta el año de vida tiene que seguir siendo la leche, por lo que no se tratará nunca de sustituir, sino de complementar. Es decir: empezar a probar nuevos sabores e ir familiarizándolo con los alimentos.

La composición de la leche materna varía en dependencia de las necesidades de crecimiento del bebé. Contiene las enzimas para mejorar la digestión y facilita el establecimiento de una flora bacteriana bífida que protegerá el aparato digestivo del bebé, incluso durante su vida adulta.

Lastimosamente no todas las madres conocen sus beneficios. Algunas se dejan llevar por las presiones sociales y la mala interpretación de que el niño no se llena con el pecho, todo ello producto del desconocimiento acerca del valor de la lactancia materna. Y claro, que otras no tienen la posibilidad de realizar la lactancia materna exclusiva, por diversas razones, avaladas por las autoridades sanitarias correspondientes.
La leche materna es el alimento más importante para el lactante en los primeros meses de vida. Cubre las necesidades nutricionales imprescindibles para su crecimiento y desarrollo físico y desde el punto de vista emocional establece un vínculo entre madre e hijo que sin dudas será un granito de arena para que pueda ser una persona más sana, independiente y segura.