El paracetamol es el principio activo presente en más de 600 medicamentos que se utilizan para el dolor leve a moderado y reducir la fiebre. Es, además, el más empleado durante la gestación, ya que las agencias reguladoras de medicamentos, incluidas la Administración de Medicamentos y Alimentos es la agencia del Gobierno de los Estados Unidos (FDA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), han considerado durante mucho tiempo que su uso es apropiado durante el embarazo cuando se usa según las instrucciones.
Por ejemplo, se estima que más de un 50 % de las embarazadas de todo el mundo toman paracetamol, cifra que asciende hasta el 65% en Estados Unidos.
Sin embargo, un Documento de Consenso, que se ha publicado recientemente en Nature Reviews Endocrinology, basado en una recopilación internacional de datos de investigaciones experimentales –en células y en modelos animales-, y epidemiológicas, alerta de los potenciales riesgos del consumo de esta sustancia si no está totalmente indicada o si su uso se extiende a largo plazo.
El trabajo, dirigido por David M. Kristensen, del Departamento de Neurología, del Rigshospitalet-Glostrup, de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, y en el que han participado especialistas de diversos países, señala que la exposición prenatal al paracetamol puede alterar el desarrollo fetal, lo que a su vez podría aumentar los riesgos de algunos trastornos del desarrollo neurológico, reproductivos y urogenitales.
Ingesta avalada y segura
En el citado consenso -que cuenta con el apoyo de 91 científicos, médicos y profesionales de la salud pública de todo el mundo- , se recomienda que las gestantes no tomen paracetamol al comienzo del embarazo a menos que se aseguren –con su médico o farmacéutico-, si su uso está médicamente indicado y minimizar la exposición utilizando la dosis efectiva más baja durante el menor tiempo posible.
“La investigación actual ha demostrado, por ejemplo, que la posibilidad de daño parece aumentar a medida que se prolonga la duración del uso de paracetamol”, indica Kristensen, por lo que sugieren que “las mujeres embarazadas consideren usar el medicamento para el manejo del dolor a corto plazo, en lugar de como una solución a largo plazo. Su uso prolongado o en dosis altas debe limitarse a las indicaciones recomendadas por un profesional de la salud”.
Se trata, según recoge el Documento de Consenso, de una recomendación que, en realidad, no difiere de la que ya practica la mayoría de los especialistas en Ginecología y Obstetricia, así como de las que recogen los prospectos de los productos que contienen paracetamol. En la mayoría de los casos, el uso médico de paracetamol está justificado cuando la madre experimenta problemas que pueden afectar negativamente a su bebé, como tener fiebre.
El análisis de los datos de 29 estudios internacionales ha observado cierta evidencia de alteraciones posnatales en 26 de ellos, hecho que ha puesto sobre la mesa la necesidad de que se lleven a cabo más investigaciones para comprender de forma más concreta los posibles problemas relacionados con este medicamento en las gestantes.
Profundizar en conocimientos
Shanna Swan, del Departamento de Medicina Ambiental y Salud Pública, Escuela de Medicina Icahn, en Mount Sinai de Nueva York, Estados Unidos, señala que, a pesar de reconocer las limitaciones de la literatura epidemiológica existente y de la necesidad de llevar a cabo metaanálisis rigurosos para disponer de más conclusiones sólidas, “pedimos un esfuerzo de investigación centrado que debe incluir el inicio de estudios epidemiológicos y experimentales para comprender los mecanismos hormonales, epigenéticos y metabólicos a través de los que actúa el paracetamol actúa y que podrían afectar adversamente al desarrollo”.
Así, en el documento de consenso se recomienda que los estudios epidemiológicos sobre paracetamol durante el embarazo deben diseñarse específicamente con estos objetivos: en humanos, los análisis deben dirigirse hacia el control de los factores genéticos, capturar con precisión la exposición y el resultado, así como examinar el momento, la dosis y la duración de la exposición tanto prenatal como posnatal.
Cautela frente a prohibición
No obstante, en un editorial que acompaña al consenso publicado en Nature Reviews Endocrinology se hace hincapié en que los autores no piden la prohibición del uso del fármaco, sino que sugieren que las mujeres embarazadas lo tomen con más cautela debido a una relación con el posible riesgo de las alteraciones citadas al nacimiento.
“Los especialistas sugieren además que su intención al publicar un artículo de este tipo es atraer una atención renovada y más centrada sobre la posibilidad de que el uso de paracetamol provoque ciertos defectos de nacimiento y las condiciones en las que podrían surgir”, concluye el editorial.
septiembre 29/2021 (Diario Médico)